Jamás imaginaste verme sentada esperando que llegaras, jamás pensaste que yo te buscaría, jamás me viste sin que te dijera un 'pero'.
Adivinaste por qué esperaba, y eso yo sí me lo imaginé.
Venias con tu sombrero que ocultaba tu vergüenza y tus cachetes colorados de sorpresa. Yo me sonreía mientras te acercabas, sentada, para apretar el estómago que más parecía un yunque que me enterraba en el andén.
Matamos las ansias en las manos que mutuamente se extrañaban. Matamos al viento que de la montaña bajaba.
Nos mató el tiempo en un único beso.
♫ Cursis melodías - Natalia Lafourcade