Siempre hay cosas que quisiera entender.
Es una respuesta casi correctiva el movimiento involuntario de los ojos debido a los cambios de luz. Suelen cerrarse de manera autónoma mientras las células que se adaptan a los cambios de temperatura se renuevan a una velocidad mayor que la se puede imaginar, el problema es la cantidad y que no todas ellas lo hacen al mismo tiempo.
También hay un movimiento ocular , pero en la mayoría de las ocasiones es controlado por una milésima de acción cerebral como respuesta a un estimulo visual correspondiente a un llamado de atención en un suceso externo al cuerpo humano.
En el mundo también hay oscuridad, no es un misterio popular, pero la oscuridad jamás es absoluta. O eso preferiríamos creer. Así mismo pasa con la luz. Pero, en este caso, preferimos creer que hay forma de escuchar con los ojos, saborear por los ojos, seducir con los ojos. Y todo esto es cierto.
Siempre hay cosas que quisiera entender.
Cómo mi deseo sigue siendo
un tarro de galletas y caiga tan tontamente en su juego, zumbando, aleteando, tratando no caer y ser atrapada. Irme
desvaneciendo sin su amor.
Por qué parece que unos duendes de gris son tan semejantes a mi.
Y si la cáscara de la naranja fuera fácilmente comestible, ¿qué pensarían los abejorros?
Siempre hay cosas que quisiera entender.
Develar sus elogios en palabras comprensibles. Como que me confundí de diccionario... o eso parece.
No. No me gusta alardear. No, No me gusta mentir. No, no puedo ser precisa.
Darme por vencida ante el ritmo, con más de 3 copas encima. No lo dude.
Se emborrachó la policia.
Siempre.
Siempre puedes olvidar.